María Santísima, hija de San Joaquín y Santa Ana por especial
favor de Dios, nació en Jerusalén, y cuando tuvo tres años fue llevada
por sus padres al templo de esa ciudad para ser presentada al Señor
y entregada a su servicio, viniendo a ser entre todas las doncellas
el mayor ejemplo de santidad y modestia.
La Iglesia celebra el 21 de Noviembre la Presentación
de la Santísima Virgen en el Templo.
Allí la Niña María aprendió a hilar lana y lino,
a labrar las vestiduras sacerdotales y demás objetos para el culto santo;
leía con suma atención las divinas escrituras y con encendido amor,
aunque sin ninguna ceremonia exterior hizo voto perpetuo
de guardar su pureza virginal.
En ese entonces debía tener ya más de doce años, pues en esta edad
era cuando se permitía a las jóvenes judías hacer votos valederos.
Siendo exenta del pecado original y viviendo una vida perfecta en
cumplimiento de la voluntad de Dios, Ella fue visitada por el Arcángel
Gabriel con este mensaje:
"Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo,
concebirás y darás luz a un hijo a quien llamarás Jesús.
El será grande y será llamado Hijo del Altísimo,
y el Señor le dará el trono de David, su padre.
El reinara en la casa de Jacob por los siglos
y su reino no tendrá fin."
Ella concibió por el poder del Espíritu Santo el Salvador del mundo,
nuestro Señor Jesucristo.
La Bendita Virgen María no murió en una forma humana porque Ella estaba
exenta del pecado original por un privilegio de Dios y Ella fué Inmaculada.
Ella pasó de esta existencia física a un plano espiritual a través de un éxtasis de amor.
Los Padres de la Iglesia hablan acerca de su "dormición", y que después de tres días
fue asumida a los cielos.
Ella es la Reina de los Cielos y la Reina de toda la creación,
su santidad sobrepasa la santidad de todos los santos y los ángeles juntos.
Por su dignidad de ser Madre de Dios,
Ella es nuestra abogada ante El y a los pies de la cruz
Ella nos fué dada como nuestra Madre en la persona de
Juan el Apóstol con estas palabras: "Ahí tienes a tu madre."
Ella es la mujer vestida con el sol descrita en el apocalipsis, Ella es la Nueva
Jerusalén, la Ciudad de Dios, la Montaña de Sión de que tanto se habla en las
escrituras, Ella es el tabernáculo viviente de la Divinidad.
La verdadera devoción a la Virgen María nos conduce a Jesús.
favor de Dios, nació en Jerusalén, y cuando tuvo tres años fue llevada
por sus padres al templo de esa ciudad para ser presentada al Señor
y entregada a su servicio, viniendo a ser entre todas las doncellas
el mayor ejemplo de santidad y modestia.
La Iglesia celebra el 21 de Noviembre la Presentación
de la Santísima Virgen en el Templo.
Allí la Niña María aprendió a hilar lana y lino,
a labrar las vestiduras sacerdotales y demás objetos para el culto santo;
leía con suma atención las divinas escrituras y con encendido amor,
aunque sin ninguna ceremonia exterior hizo voto perpetuo
de guardar su pureza virginal.
En ese entonces debía tener ya más de doce años, pues en esta edad
era cuando se permitía a las jóvenes judías hacer votos valederos.
Siendo exenta del pecado original y viviendo una vida perfecta en
cumplimiento de la voluntad de Dios, Ella fue visitada por el Arcángel
Gabriel con este mensaje:
"Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo,
concebirás y darás luz a un hijo a quien llamarás Jesús.
El será grande y será llamado Hijo del Altísimo,
y el Señor le dará el trono de David, su padre.
El reinara en la casa de Jacob por los siglos
y su reino no tendrá fin."
Ella concibió por el poder del Espíritu Santo el Salvador del mundo,
nuestro Señor Jesucristo.
La Bendita Virgen María no murió en una forma humana porque Ella estaba
exenta del pecado original por un privilegio de Dios y Ella fué Inmaculada.
Ella pasó de esta existencia física a un plano espiritual a través de un éxtasis de amor.
Los Padres de la Iglesia hablan acerca de su "dormición", y que después de tres días
fue asumida a los cielos.
Ella es la Reina de los Cielos y la Reina de toda la creación,
su santidad sobrepasa la santidad de todos los santos y los ángeles juntos.
Por su dignidad de ser Madre de Dios,
Ella es nuestra abogada ante El y a los pies de la cruz
Ella nos fué dada como nuestra Madre en la persona de
Juan el Apóstol con estas palabras: "Ahí tienes a tu madre."
Ella es la mujer vestida con el sol descrita en el apocalipsis, Ella es la Nueva
Jerusalén, la Ciudad de Dios, la Montaña de Sión de que tanto se habla en las
escrituras, Ella es el tabernáculo viviente de la Divinidad.
La verdadera devoción a la Virgen María nos conduce a Jesús.
En memoria de "Doña Flor Rodriguez de Perez Alfonzo",
Quien siempre inculcó a sus hijos y nietos el amor hacia la Santísima Virgen María con su amor y fe verdadera.