Garabandal - 1961 - España
En 1961, Conchita González, Mariloli Mazón, Jacinta González y Maricruz González, de once años ésta y de 12 las otras, comenzaron a tener cientos de apariciones acompañadas de fenómenos prodigiosos (marchas estáticas, conocimientos sobrehumanos, etc., que para muchas personas competentes son pruebas convincentes), hasta 1965. Muchos sacerdotes van por el camino de la perdición y llevan con ellos a muchas almas. Cada vez se da menos importancia a la Eucaristía. Si no hacemos penitencia, el comunismo dominará el mundo y vendrá el castigo. Las dos noches anteriores al 21 de junio de 1961, fiesta del Corpus, la Virgen les mostró el castigo, por lo que lloraron y gritaron, aterrorizándose la gente. Vieron una multitud que sufría mucho y gritaba con la mayor angustia, tribulación que llegará porque la Iglesia dará la impresión de estar a punto de perecer a causa del comunismo. Luego vendrá directamente de Dios el gran castigo: Ningún motor funcionará, terrible ola de calor, el agua se evaporará; los hombres desesperados por la sed, buscarán matarse unos a otros; ríos convertidos en sangre, fuego cayendo del cielo, una muchedumbre envuelta en llamas lanzándose al agua, pero esta como hirviendo, avivará las llamas. Piden a la Virgen se lleve a sus hermanos niños. Les contestó que entonces serían mayores. Aún les fueron reveladas cosas peores pero sin permitírseles manifestarlas.
Para que nos convirtamos y estamos en los últimos avisos, antes del castigo se verán en Garabandal y sus alrededores, un gran milagro, el mayor que Jesús ha hecho para el mundo. Un jueves, a las 8:30. Durará un cuarto de hora, será del 8 al 16, entre marzo y mayo.
La Virgen le dijo a Conchita, la principal vidente, que será el día de un mártir de la Eucaristía, coincidiendo con un acontecimiento importante y venturoso para la Iglesia, que suele ocurrir cada 25 años, cuando la Iglesia parezca que va a desaparecer (¿Antipapa en Roma?) y Mariloli dijo:—Esté prohibido ir a Misa (¿En parte de España?). Los enfermos que estén allí se curarán y los pecadores se convertirán. Conchita misma comunicó la fecha exacta al cardenal Octtaviani y al confesor del Papa, cuando las llamaron al Vaticano; la debe comunicar ocho días antes.
Un aviso precederá al milagro en menos de un año, como anuncio que viene el fin de los tiempos; es cosa directa de Dios, será visible en todo el mundo. Todo se parará, hasta los aviones volando, durará cinco minutos; hará a todos los hombres sentir sus pecados, será algo terrible que se producirá en el cielo, se puede morir de la impresión de verlo; empieza por la letra "A" (¿asteroides, astro-cometa?), será como de fuego, pero no nos quemará. Poco antes al obispo de Santander, la Virgen le dará una señal y levantará la prohibición de ir a los sacerdotes a Garabandal.
A la muerte de Juan XXIII la Virgen dijo a Conchita que después de tres Papas vendrá el fin de los tiempos (no del mundo). Finalmente Rusia se convertirá.
DIARIO DE CONCHITA
PRIMERA PARTE 1961-1963
San Sebastián de Garabandal 1 - de noviembre de 1962 María Concepción González, 13 años. "Voy a relatar en este libro mis apariciones y mi vida corriente.
El mayor acontecimiento de mi vida fue el día 18 de junio de 1961, en San Sebastián. Sucedió de la siguiente manera: Era un domingo por la tarde, donde nos encontrábamos todos los niños jugando en la plaza. De repente Maricruz y yo pensamos ir a coger manzanas y nos dirigimos directamente allí, sin decir nada a nadie que íbamos a coger manzanas. Los niños al ver que nos alejábamos las dos solas, nos preguntaron: ¿A dónde vais? nosotras les contestamos: ¡Por ahí! y seguimos nuestro camino pensando cómo íbamos a apañárnoslas para cogerlas.
Una vez allí, nos pusimos a coger manzanas y cuando estábamos más entusiasmadas vimos llegar a Loli, a Jacinta y a otra cría que venían a buscarnos.
A! vemos coger manzanas, exclamó Jacinta:
—¡Ay Conchita, que coges manzanas!
—¡Calla! le contesté yo, ¡que te oye la señora del maestro y se lo dice a mi mamá!.
Yo me escondí entre las patatas y Maricruz echó a correr por las tierras.
Entonces Loli exclamó: —¡No corras Maricruz, vuelve a donde mí!, y salimos de nuestro escondrijo para reunimos todas. Estando hablando, llamaron a la cría que venía con Jacinta y Loli, y se fue. Nos quedamos las cuatro solas y pensándolo mejor, volvimos las cuatro a coger manzanas...
Estando entretenidas comiéndolas, escuchamos un fuerte ruido como de trueno. Y nosotras exclamamos a la vez: ¡Parece que truena!.
Eso sucedió a las 8:30 de la noche. Una vez terminadas las manzanas, digo yo: ¡Ay, que gorda! ¡Ahora que cogimos las manzanas que no eran nuestras, el demonio estará contento y el pobre ángel de la guarda estará triste. Entonces comenzamos a coger piedras y a tirarlas al lado izquierdo. Decíamos que ahí estaba el demonio.
Una vez cansadas de tirar piedras y ya más satisfechas, empezamos a jugar a las canicas con piedras.
De pronto, se me apareció una figura muy bella con muchos resplandores que no me lastimaban nada los ojos. Las otras niñas acinta, Loli y Maricruz, al verme en este estado creían que me daba un ataque, porque yo decía con las manos juntas ¡Ay!... ¡Ay! cuando ellas ya iban a llamar a mi mamá, se quedaron en el mismo estado que yo y exclamamos a la vez: ¡Ay, el ángel!.
Luego hubo un cierto silencio entre las cuatro... y de repente desapareció. Al volver normales y muy asustadas corrimos hacia la iglesia, pasando de camino por la función del baile que había en el pueblo. Entonces una niña del pueblo, que se llama Pili González, nos dijo: ¡Que blancas y asustadas estáis! ¿De dónde venís? Nosotras muy avergonzadas de confesar la verdad le dijimos: ¡De coger manzanas! y ella dijo: ¿Por eso venís así? Nosotras le contestamos todas a una: ¡Es que hemos visto el ángel!...
Al día siguiente fueron a la calleja. A mí, cuando llegué, me preguntó mi mamá: ¿Has visto el ángel? Yo le dije que hoy no le habíamos visto. Luego me puso a hacer mis labores, como siempre, cené y me fui a dormir a las diez menos cuarto, pero como no podía dormir, me puse a rezar y oí una voz entonces que me dijo: "No os preocupéis, que me volveréis a ver". Esta voz, como me contaron al día siguiente las otras niñas, también la oyeron ellas.
Día 20 de junio.
Fueron a la calleja y se pusieron a rezar el Rosario. Terminamos y el ángel no venía, decidimos ir a la iglesia y cuando nos levantamos, pues estábamos de rodillas, vimos una luz muy resplandeciente que nos rodeaba a las cuatro y no vimos más que esa luz y gritamos como con miedo. Entonces desapareció aquel resplandor tan grande y nos fuimos a nuestras casas, pues eran ya las nueve y media y no fuimos a la iglesia, porque era muy tarde. En nuestras casa no dijimos nada a nadie.
Día 21 de junio.
Fueron a la calleja y se pusieron a rezar el Rosario. Terminaron y el ángel no vino. La gente reía mucho y nos decían: ¡Rezad una estación!. Así lo hicimos y al terminar, se nos apareció el ángel. Era un viernes.
Nosotras le preguntamos que quién era y a qué venía, pero él no nos contestó nada.
Día 22 de junio.
Al llegar a la calleja nos pusimos a rezar el Rosario y al terminar, se nos apareció el ángel.
Día 23 de junio.
A las 9 menos cuarto vino el ángel.
Día 24 de junio.
Ese día no nos dio tiempo de empezar el Rosario. Nada más que llegar al sitio donde se nos aparecía y lo vimos. Nunca lo habíamos oído hablar. Ese día le vimos un letrero debajo de él que decía: Hay que... y en la segunda línea números romanos. (En una carta escrita por Conchita a la señora Wiliam A. Nolan, de Illinois, se precisa la descripción en los términos siguientes: "La primera vez que le hemos visto, no nos ha dicho nada hasta el día 1 - de julio, antes de este día traía un letrero debajo de los pies; un letrero y no entendíamos bien lo que decía. Las palabras que hemos entendido son éstas: En primer renglón: "Hay que", y en el último renglón: "XVIII... MCMLXI", esto es lo que hemos entendido. Es una alusión como se verá más adelante al mensaje del 18 de octubre de 1961).
Nosotras le preguntamos qué quería decir aquello, él se sonreía pero no nos dijo nada.
Día 26 de junio.
Ese día no tuvimos aparición, pero el martes y el miércoles sí. Sábado 1ºde julio. Nosotras fuimos a la calleja como siempre a rezar el Rosario y la gente nos acompañaba. Al final se nos apareció el ángel muy sonriente y nos dijo: "Vengo a anunciaros la visita de la Virgen bajo la advocación del Carmen, que se os aparecerá mañana domingo".
Nosotras muy contentas le dijimos: ¡Que venga pronto!. Él se sonreía, entonces le dijimos: ¿Qué significan esas letras que tú traes?.
"Ya os lo dirá la Virgen".
Ese día nos habló de muchas cosas, le decía a Jacinta a Loli y a Maricruz, como el primer día iban a llamar la mamá de Conchita creyendo que le estaba dando un ataque. (El ángel comenta con los niños los sucesos que tuvieron lugar durante su primera aparición, el 18 de junio). Ellos se reían.
Estuvo dos horas y se nos hizo dos segundos. Después nos dijo: "Volveré mañana con la Virgen". Y se marchó.
El ángel tenía un vestido azul, largo, suelto, sin cinto. Las alas rosa claro, bastante grandes, muy bonitas. Su carita ni larga ni redonda. La nariz muy guapa, los ojos negros y la cara trigueña. Las manos muy finas, las uñas cortadas. Los pies no se le veían.
Domingo 2 de julio.
Nos fuimos a la calleja a rezar el Rosario, sin llegar allá se nos apareció la Virgen con un ángel a cada lado. Venían con ella dos ángeles, uno era San Miguel y el otro no sabemos. Venía vestido igual que san Miguel, parecían mellizos.
Al lado del ángel de la derecha, a la altura de la Virgen, veíamos un ojo de estatura muy grande. Parecía el ojo de Dios. Ese día hablamos con la Virgen mucho y ella con nosotras. Le decíamos todo: que íbamos todos los días al prado, que estábamos negras, que teníamos la hierba en manojos, etc.., ella se reía ¡cómo le decíamos tantas cosas!...
Rezamos el Rosario viéndola a ella y ella rezaba con nosotras para enseñamos a rezarlo bien y cuando terminamos el Rosario, dijo que se iba. Entonces nosotras le dijimos que estuviera otro poquito que había estado muy poco. Ella se reía y nos dijo que el lunes volvería.
Cuando se fue, a nosotras nos dio mucha pena... La Virgen viene con un vestido blanco, manto azul, corona de estrellas doradas, no se le ven los pies, las manos estiradas con el escapulario a la derecha, el escapulario es marrón, el pelo largo color castaño obscuro ondulado, la raya en el medio; la cara alargada, la nariz alargada, fina la boca muy bonita con los labios un poquito gruesos; el color de la cara es trigueño, más claro que el del ángel, diferente a la vez, muy bonita, una voz muy rara no sé explicarme, no hay ninguna mujer que se parezca a la Virgen, ni en la voz ni en nada. Algunas veces trae al Niño en brazos, muy chiquitín, como un nene recién nacido, una carita redonda parece el color como el de la Virgen, una boquita muy pequeña, el pelín un poco largo, rubio, unas manos pequeñas, un vestido como una túnica azul"...
Como lo dice Conchita, existen tres llamadas sucesivas antes del éxtasis. Diremos algunas propiedades:
1- Sirven para anunciar la venida de la Virgen pero no la del ángel.
2- La llamada no parece contener ninguna otra comunicación fuera de un anuncio ("Vendré") y producen un deseo intenso y una gran alegría.
3- Según los niños, la llamada no es una palabra. No utiliza el camino de los sentidos. Es como una interior percepción llena de alegría.
4- No viene precedida de ninguna causa externa. Puede venir a cualquier hora del día o de la noche.
5- Cuando los éxtasis se suceden con frecuencia, por ejemplo dos o tres en la misma tarde o noche sólo el primer éxtasis se hace preceder de las llamadas. La misma visión les dice al despedirse: "Dentro de un rato o de media hora... te volveré a ver".
6- De la primera a la segunda llamada pasa un rato largo, una hora y media o dos horas. Entre la segunda y la tercera, el espacio de tiempo es más corto. La tercera es sólo unos instantes antes de la aparición.
7- Jacinta ha tratado de traducir en palabras su impresión: "La primera llamada es como si dijera, 'Ven'; la segunda es como si dijera 'Corre'; y la tercera, es como si dijera: "Corre, corre, corre". Pero todo eso es por dentro y sin palabras"...
Lunes 3 de julio.
"Según que llegamos al cuadro, se nos apareció la Virgen con el Niño Jesús, pero no venían los ángeles. Ella venía muy sonriente y el Niño también. Nosotras, lo primero que dijimos fue que dónde estaba San Miguel y el otro ángel y ella se sonreía mucho.
La gente y padres que había, nos daban objetos para que se los diésemos a besar y ella los besaba todos. A nosotros, como nos gustaba hacer fiesta al Niño Jesús, cogimos piedras; yo las metía en las trenzas, Loli en las mangas y Jacinta se las daba a él pero no las cogía, sino que sonreía mucho... Maricruz le decía: "Yo, si quieres, te doy caramelos que me han traído y si te vienes conmigo te los doy". Pero él no decía nada. Ella nos hablaba mucho.
Empezó la aparición a las siete y media y terminó a las ocho. Cuando ya nos decía: "Con Dios os quedáis y conmigo también", a nosotras nos daba mucha pena. Le dijimos "¡Adiós!" Por último nos dijo: "Mañana me veréis también".
Martes 4 de julio.
"Cuando terminó el Rosario, nosotras tuvimos dos llamadas y pensamos correr al cuadro y la gente corriendo detrás de nosotras; a algunos no les dio tiempo a llegar, Maricruz y yo nos quedamos un poco más arriba que Loli y Jacinta. Nosotras dos en el mismo cuadro, y las otras dos no.
Decía la gente que nosotras con todo lo que corríamos no sudábamos y ellos sí sudaban y llegaron todos cansados y les extrañaba. Pero era la Virgen la que nos llevaba.
La Virgen siempre sonriendo lo primero que nos dijo fue: "¿Sabéis lo que quiere decir el letrero que tenía el ángel debajo?".
No, no lo sabemos.
Dice ella: "Quiere decir un mensaje que os voy a explicar para que el 18 de octubre lo digáis al público".
Entonces nos lo dijo, y es el siguiente: "Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar el Santísimo, pero antes tenemos que ser muy buenos y si no lo hacemos, nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande". Luego de decírnoslo, se fue. Empezó a las seis y veinticinco y a las siete se fue".
8 de agosto de 1961.
En sus éxtasis, las niñas no ven a nadie más que a la aparición y ellas entre sí. Si una de las niñas está en éxtasis y la otra no, la que está en éxtasis no ve a la otra. Lo mismo sucede en relación a los que presencian el éxtasis. Existe sin embargo una excepción, la única que conocemos, la cual tuvo lugar el día 8 de agosto de 1961, cuando el padre Luis María Andreu, S. J., presenciando un éxtasis, pronunció por cuatro veces la palabra "milagro". Conchita y las otras tres niñas han asegurado que la Virgen les dijo que el padre Luis María Andreu había visto a la Virgen y por anticipado, el gran milagro anunciado por Conchita. De aquí se puede deducir que el padre Luis María Andreu pasó a formar parte del fenómeno de las niñas...
"Era de noche cuando se nos apareció ese día la Virgen. A la salida del Rosario nos pusimos en éxtasis las cuatro y empezamos a caminar hacia los pinos. Llegando allá, el padre Luis María Andreu nos dijo: "¡Milagro! ¡Milagro! y se quedó mirando hacia arriba. Nosotras le veíamos, pues en nuestro éxtasis no vemos a nadie, únicamente a la santísima Virgen. Al padre Luis María lo vimos en esta ocasión y la Virgen nos dijo que él también la veía y el milagro que se produciría...!
Al día siguiente fuimos nosotras cuatro a barrer la iglesia y al estar barriendo vino la mamá de Jacinta muy asustada y nos dijo: ¡Se ha muerto el padre Luis María Andreu!
La muerte del padre Luis María Andreu forma parte importante de los acontecimientos en Garabandal. Este padre era profesor de teología en la facultad que la compañía de Jesús tiene en Oña, provincia de Burgos. Cuando murió tenía 36 años.
Había subido por primera vez a Garabandal en los últimos días del mes de julio. Volvió a subir el día 8 de agosto de 1961. Ese día, D. Valentín le dio las llaves de la iglesia porque él tenía que ausentarse de la parroquia. Dijo su última misa en Garabandal. Por la tarde el día 8 de agosto hubo un éxtasis de las cuatro niñas, que comenzó en la iglesia. Las niñas subieron a los pinos. Con ellas subió también el padre Andreu. Estando en los pinos es cuando él entró en el campo de visión de las niñas y cuando por 4 veces pronunció la palabra milagro. Las niñas han descrito cómo lo veían: "Estaba de rodillas, el sudor le caía por la cara, la Virgen lo miraba como diciendo, muy pronto estarás conmigo".
Esa noche, el padre Luis María bajó de Garabandal en jeep, hasta Cossio. Allí esperó a los que bajaban andando. Estaban dentro del coche esperando sobre la una de la madrugada, cuando llegó D. Valentín y el padre Luis María le dijo: "Don Valentín, lo que las niñas dicen es verdad, pero usted no lo diga todavía, porque toda prudencia por parte de la Iglesia en estas cosas es siempre poca".
Camino de Aguilar de Campo iba una caravana de unos cuatro coches y entre ellos iba el padre Luis María. En ese coche habían otras dos personas más. El padre Luis María se durmió durante un rato y al
despertar dijo: "¡Que sueño tan agradable he tenido. Ya no estoy ni siquiera cansado!".
Llegaron a Reinosa sobre las cuatro de la madrugada. Al momento de salir quedó en el último lugar el coche en que viajaba él. Todavía el padre Luis María dijo: "Estoy pleno de alegría. ¡Qué regalo me ha hecho la Virgen! ¡Qué suerte tener una Madre así en el cielo! No hay que tener miedo a la vida sobrenatural. Las niñas nos han enseñado cómo hay que tratar a la Virgen. Para mí ya no pueden quedar dudas. ¿Por qué nos habrá elegido la Virgen a nosotros? ¡Hoy es el día más feliz de mi vida!".
Al decir esto, levantó la cabeza. Como dejó de hablar, le preguntaron: "Padre, ¿le pasa algo?" y respondió: "No, nada, sueño", y diciendo esto bajó la cabeza. El mecánico volvió y al verle le dijo: ¡ Ay, el padre está muy mal. Tiene los ojos vueltos! "Allí mismo había una clínica. Nada se puede hacer más que constatar* la autenticidad de su muerte".
La historia de este Padre no termina con su muerte. Las niñas han hablado frecuentemente con él, como Conchita nos dirá en su diario.
Lo más sorprendente es que la Virgen le ha comunicado a ella, que al día siguiente al milagro, este padre será exhumado y aparecerá su cuerpo incorrupto, tal como el mismo día en que lo enterraron.
Las apariciones continuaron durante 1961 y 1962.
(Cf. del "Diario de Conchita". Imprenta Domingo Sabio, México).
SEGUNDA PARTE
PUNTOS PRINCIPALES DE LA HISTORIA DE GARABANDAL DESDE 1963 A 1966.
1. Locución del 20 de julio de 1963.
2. Mensaje del 18 de junio de 1965.
3. Aparición del 13 de noviembre de 1965.
4. Locución del 13 de febrero de 1966.
Locución del 20 de julio de 1963.
Conchita tuvo una impresionante locución de Nuestro Señor. Tomamos el texto exacto del libro del Sr. Francisco Sánchez Ventura y Pascual "Garabandal" - pág.226 - Editorial Círculo Zaragoza.
"Estando yo dando gracias a Dios y estando pidiendo cosas, él me contestaba. Yo le pedí que me diera una cruz, que estoy viviendo sin ningún sufrimiento, nada más que con el sufrimiento de no tener cruz; y Jesús, cuando yo se lo estaba pidiendo, me contestó: "Si, te daré la cruz". Y yo con mucha emoción le iba pidiendo más y le decía: "¿Para qué viene el milagro? ¿Para convertir a mucha gente?, y él me contestó: "Para convertir al mundo entero". "¿Se convertirá Rusia?". "También se convertirá y así todos amarán a nuestros corazones". "¿Y vendrá después el castigo?, y él no me contestó. ¿Por qué vienes a mi pobre corazón sin merecerlo? "¡Si no vengo por ti!, ¡vengo por todos! "¿El milagro va a ser como si yo sola fuera la que he visto a la Virgen?. Y él me contestó: "Por tus sacrificios, tus aguantes, te dejo serla intercesora para hacer el milagro". Y yo le dije: "¿No es mejor que sea con todas, y si no, no pongas a ninguna como intercesora?" Y él me dijo: "¡No! "¿Iré yo al cielo?" Y me respondió: "Amarás mucho y rezarás a nuestros corazones". "¿Cuándo me das la cruz?" Y él no me contestó. "¿Qué seré yo?", y no me contestó, sólo me dijo que "en cualquier parte y en lo que sea, tendré mucho que sufrir".
Y yo le dije: "¿Me voy a morir pronto?". Y él me dijo: "Tendrás que estar en la tierra para ayudar al mundo". Y yo le dije: "¡Yo soy poca cosa y no podré ayudar en nada!". Y él me dijo: "Con tus oraciones y sufrimientos, ayudarás al mundo". "¿Cuándo se va al cielo, se va muerto?" Y él me dijo: "No se muere nunca". (Yo creía que no íbamos hasta resucitar). Le pregunté si estaba san Pedro en la puerta para recibimos y me dijo que no. Cuando estaba en esta conversación con Dios, me sentía fuera de la tierra.
Jesús me ha dicho que "Ahora hay más que aman a su corazón". A mí, de los sacerdotes me ha dicho que tenía que rezar mucho por ellos para que sean santos y cumplan bien con sus deberes y hagan a otros mejores. "Que a los que no me conocen hagan conocerme y a los que me conocen y no me aman, que hagan que me amen".
Firma: Conchita González.
Mensaje del 18 de junio de 1965.
El mensaje que la santísima Virgen ha dado al mundo por intersección del ángel san Miguel:
El ángel ha dicho: "Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi mensaje del 18 de octubre, os diré que éste es el último. Antes la copa estaba llenando, ahora está rebosando. Los sacerdotes van muchos por el camino de la perdición y con ellos se llevan a muchas almas. A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros, con nuestros esfuerzos.
Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras, él os perdonará. Yo vuestra Madre, por intercesión del ángel san Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús".
Firma: Conchita González. Aparición del 13 de noviembre de 1965.
"El sábado, día 13 de noviembre, tenía anunciado por la Virgen, en una locución que recibí en la iglesia, que la vería en Los Pinos. Especial aparición para besar objetos religiosos y repartirlos después, ya que tiene gran importancia.
Yo estaba con grandes deseos de que llegase ese día, para volver a ver a quien ha sembrado en mí la felicidad de Dios; a la Virgen con el Niño Jesús en sus brazos. Estaba lloviendo, pero a mí no me importó. Subí a Los Pinos y llevaba conmigo muchos rosarios que hacía poco nos los habían regalado para repartirlos y, como me había dicho la Virgen, los llevé para que los besara.
Subiendo sola a Los Pinos iba diciéndome, como muy arrepentida de mis defectos, que yo no caería más en ellos porque me daba apuro presentarme delante de la Madre de Dios sin quitármelos. Cuando llegué a Los Pinos empecé a sacar los rosarios que llevaba y estando sacándolos oí una voz muy dulce, la de la Virgen que se distingue entre todas y me llamaba por mi nombre. Yo le he contestado: "¿qué?", y en ese momento la he visto con el Niño Jesús en brazos. Venía vestida como siempre y muy sonriente. Yo le he dicho: "Ya he venido a traerte los rosarios para que los beses". "Ya lo veo".
Yo traía masticando un chicle, pero cuando la estaba viendo dejé de masticarlo y lo he puesto en una muela. Y ella se conoce que ha notado lo que traía y me ha dicho: "Conchita, ¿Por qué no dejas tu chicle y lo ofreces como un sacrificio por la gloria de mi Hijo?".
Y yo con vergüenza, me lo he sacado y tirado al suelo. Después me ha dicho: "¿Te acuerdas lo que te dije el día de tu santo, que sufrirás mucho en la tierra? Pues te lo vuelvo a decir. Ten confianza en nosotros y lo ofrecerás con gusto a nuestros corazones por el bien de tus hermanos, porque así estarás más unida a nosotros".
Yo le he dicho: "Que indigna soy, oh Madre nuestra, de tantas gracias recibidas de vos y todavía venir hoy a mí para sobrellevar la pequeña cruz que ahora tengo". Ella me ha dicho: "Conchita, no vengo sólo por tí, sino que vengo por todos mis hijos, con el deseo de acercarlos a nuestros corazones". Y me ha pedido: "Dame para que pueda besar todo lo que traes". Y se lo he dado todo. Llevaba conmigo una cruz y la ha besado y después me ha dicho: "Pásala por las manos del Niño Jesús". Y yo lo he hecho y él no ha dicho nada. Yo le he dicho: "Esa cruz la llevaré conmigo al convento", pero no ha dicho nada. Después de besarlos me ha dicho: "Mi Hijo por medio de este beso que ha dado aquí, hará prodigios. Repártelos a los demás". "Claro, yo así lo haré".
Después de esto, me ha pedido le diga las peticiones para los demás que habían encomendado y yo se las he hecho y me ha dicho: "Dime Conchita, dime cosas de mis hijos, a todos los tengo bajo mi manto". Yo le he dicho: "Es muy pequeño, no cabemos todos". Ella se ha sonreído. "¿Sabes Conchita, por qué no he venido yo el 18 de junio a darte el mensaje para el mundo? Porque me daba pena decíroslo yo, pero os lo tengo que decir por el bien vuestro y gloria de Dios, si lo cumplís. Os quiero mucho y deseo vuestra salvación para reunimos en tomo al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. ¿Verdad Conchita que tú me responde-ras?.
Y yo le he dicho: "Si estuviera siempre viéndote, sí, pero si no, no lo sé, porque soy muy mala... "Tú pon de tu parte todo y nosotros te ayudaremos, como también a mis hijos Loli, Jacinta y Maricruz...
Ha estado muy poco, también me dijo: "Será la última vez que me veas aquí, estaré siempre contigo y con todos mis hijos". Después añadió: "Conchita, ¿Por qué no vas a menudo a visitar a mi Hijo al Santísimo? ¿Por qué te dejas llevar por la pereza no yendo a visitarle cuando os está esperando de día y de noche?".
Como ya he escrito, estaba lloviendo mucho y la Virgen y el Niño Jesús no se mojaban nada. Yo, cuando los estaba viendo no me daba cuenta de que llovía, pero cuando dejé de verlos estaba mojada.
Yo le he dicho: "¡ Ay, qué feliz soy cuando os veo! ¿Por qué no me llevas contigo ahora?". Y me ha contestado: "Acuérdate de lo que te dije el día de tu santo... al presentarte delante de Dios tienes que mostrarle tus manos llenas de obras hechas por ti en favor de tus hermanos y para gloria de Dios y ahora las tienes vacías".
Y nada más. Se ha pasado ese feliz rato que he pasado con mi mamá del cielo y mi mejor amiga, y con el Niño Jesús. Los he dejado de ver, pero no de sentirlos.
De nuevo han sembrado en mi ánimo una paz y una alegría y unos grandes deseos de vencer mis defectos para conseguir amar, con todas mis fuerzas, a los corazones de Jesús y de María, que tanto nos quieren.
Anteriormente, la Virgen me ha dicho que Jesús no mandaba castigo para fastidiamos, sino para reprendemos de que no le hacemos caso y por ayudamos. Y el aviso nos lo manda para purificamos, para hacemos ver el milagro con el cual nos muestra claramente el amor que nos tiene y por eso el deseo de que cumplamos el mensaje.
El aviso se verá y pasará en todas partes y lo sentirá cada persona, es como un castigo. Se verá lo que hemos causado nosotros con nuestros pecados. Yo pienso que nos vendrá muy bien, para los que no se desesperen, pues será para nuestra santificación.".
Firma: Conchita González.
Locución de Conchita el día 13 de febrero de 1966.
"El domingo 13 de febrero, en el momento de dar gracias a Dios, después de comulgar, he recibido a la vez una gran alegría y a la vez una tristeza mayor y una desilusión. He oído la voz de Cristo que me decía así: "Conchita, tú has venido aquí al colegio para prepararte para ser mi esposa y dices que a seguirme. No me dices Conchita, que quieres cumplir con mi voluntad, pues tú quieres cumplir la tuya y ¿quieres seguir así toda la vida? Te he elegido a ti en el mundo para que tú estés en él, enfrentándote con las muchas contrariedades que por mí hallarás. Todo esto lo quiero yo para tu santificación y lo ofrezcas por la salvación del mundo. Debes hablar al mundo de María. Acuérdate de que en junio me has preguntado si serás monja. Te he dicho: en cualquier parte hallarás la cruz, el sufrimiento; te lo vuelvo a decir ahora.
Conchita, ¿Has sentido mi llamado para ser mi esposa? No, porque no te he llamado".
Yo le he preguntado: "¿Y cómo se siente tu llamada para ser monja? Y me ha dicho: "No te preocupes de esto, tú no lo sentirás". Le he dicho: ¿Entonces no me quieres, Jesús? Me ha dicho: "¿Conchita, tú me preguntas eso? ¿Quién te ha redimido? Cumple mi voluntad y encontrarás mi amor. Examínate bien. Piensa más en los demás, no te importen las tentaciones; si eres fiel a mi amor, vencerás las muchas tentaciones. Sé inteligente en lo que te he dicho; inteligente espiritualmente; no te tapes tu misma los ojos del alma; no te dejes engañar por nadie. Ama la humildad, la sencillez, nunca pienses que lo que has hecho es mucho, piensa en lo que tienes y lo que debes hacer, no para ganar el cielo, sino para que el mundo cumpla mi divina voluntad; que toda alma se prepare. Quien tenga su alma dispuesta para oírme, sabrá cuál es mi voluntad. Quiero decirte Conchita, que antes del milagro sufrirás mucho, pues habrá pocos quienes te crean; tu misma familia creerá que los has engañado. Todo esto lo quiero yo (ya te lo he dicho) para tu santificación y para que el mundo cumpla el mensaje. Quiero prevenirte que el resto de tu vida será un continuo sufrimiento; no te acobardes, en el sufrimiento estoy yo y María, a quien tú tanto quieres".
Yo le he preguntado si en Roma también me dejarán de creer y me ha dicho: "No te preocupes si te creerán o no te creerán, yo lo haré todo; pero también te daré el sufrimiento; quien sufre por mí, yo estaré con él"".
NOTA: Invitada por el santo Oficio, Conchita fue a Roma en enero de 1966. Dos hechos principales fueron del dominio público; que Conchita salió muy contenta y por otra parte, que su Santidad Paulo VI, en la audiencia pública de esos días, al salir en su silla gestatoria, descubrió a Conchita entre la multitud. Se detuvo, la mandó a llamar y con voz clara y fuerte le dijo: "Conchita yo te bendigo a ti y conmigo te bendecirá toda la Iglesia".
Fin de lo resumido del Diario de Conchita.
(Cf. "Diario de Conchita", Imprenta Domingo Savio-México).
CONVERSACIÓN CON CONCHITA.
(Cf. "Alerta Humanidad" por Adams y A. Bonicelli, 4a. Edición Madrid, pág. 153 y sucesivas).
"Conchita, ¿qué penitencia agrada más a la Virgen?". "Pues hacer con gusto las obligaciones de cada día. La Virgen se ha quejado porque a su Hijo, en la Eucaristía, se le da cada día menos importancia y nos ha pedido que digamos que quiere que se le visite con frecuencia".
"¿De qué manera debemos estar ante el Señor cuando le visitamos?". "Estando" —contesta sonriendo y poniendo cara de trance. "Conchita, ¿tú sabes cuándo vendrá el aviso de parte de Dios a la humanidad?". "Pronto".
A principios de marzo de 1966, Conchita escribió en un mensaje: "El aviso es como una cosa muy espantosa que se producirá en el cielo. La Virgen me anunció el acontecimiento por una palabra que empieza por "A .(•••) Algunos intérpretes han concretado que será la presencia de un asteroide que se acercará peligrosamente a la tierra.(...)
Conchita dijo, según referencias fidedignas, a una joven llamada Angelita: "Si yo no conociera el otro castigo que vendrá, te diría que no hay castigo más grande que el aviso. Todos tendrán miedo, pero los católicos lo soportarán con mayor resignación que los demás. Durará muy poco tiempo".
El 25 de octubre de 1965, Conchita charlaba amigablemente con una señora española, y esta le insinuó: "Conchita un cometa se aproxima a la tierra ¿no será el aviso?". "Ignoro qué es un cometa", respondió, "si es una cosa proveniente de los hombres, le digo que no. Si es una cosa que Dios puede hacer... es muy posible". "Conchita —continúa la señora —ruega por mí que tengo mucho miedo". "¡Oh, si —afirmó Conchita—¡el aviso es muy terrible!". Mil veces peor que los temblores de la tierra". La señora palideciendo, preguntó: "¿Cuál es la naturaleza de ese fenómeno?". "Será como de fuego —contestó Conchita—no quemará nuestra carne, pero lo experimentaremos corporal e interiormente; todas las naciones y todas las personas experimentarán lo mismo. Nadie se escapará. Los mismos incrédulos, sentirán el temor de Dios".(...)
La madre de Conchita, Aniceta, dicen que ha revelado haber oído a su hija que el aviso coincidirá con el estallido de la revolución en España.(...)
Seguimos con las preguntas a Conchita: "¿Antes del milagro?". "Si, señor". "Y el milagro, cuándo será?" "No lo puedo decir". "¿Tú lo sabes?". "Si, señor". "La Virgen me ha dicho que no lo diga hasta ocho días antes". "¿Ella te ha dicho que todos los enfermos que acudan a San Sebastián el día del milagro sanarán?". "La Virgen no me ha dicho que todos los enfermos sanarán, la Virgen me ha dicho que los enfermos que acudan sanarán". "Y después del milagro, ¿se convertirá Rusia?". "Si, señor". "Luego si Rusia se convierte, Dios no mandará el castigo ¿no es cierto?". "Que Rusia se convierta no quiere decir que la humanidad se convierta y si la humanidad no se convierte, si la humanidad no cambia, vendrá el castigo". "La Virgen te ha dicho, Conchita, que detrás del Papa actual (Paulo VI), vendrán dos papas que serán los últimos?". "Si, señor"(... )"Si estos papas son los últimos, quiere decir que detrás de ellos vendrá el fin del mundo ¿no es cierto?". "No, señor". "¿Cómo?". "¿No ha dicho el Señor que la Iglesia vivirá hasta el fin de los tiempos?". "Que a estos dos papas les suceda el final de los tiempos, no quiere decir que venga el fin del mundo", "¿Y no es lo mismo?". "¿Qué quieres decir?". "Quiero decir que, después del final de los tiempos, los que queden darán gloria a Dios".
(Cf. "La Incógnita de Garabandal", "Las Negaciones de Garabandal", "Estigmatizados y Apariciones", los tres libros de Francisco Sánchez Ventura, Editorial Círculo, Zaragoza; Revista "La Tradición", Salta (Argentina), № 77, año 1966, Agosto).
(... ) El anuncio del aviso.
El 1º de enero de 1965, Conchita tuvo en Los Pinos un éxtasis de dos horas de duración. Anteriormente había indicado: "Sobre la sede Episcopal de Santander, vendrá un obispo que a su llegada, no creerá nada; la santísima Virgen le dará una señal; por ella creerá y levantará el entredicho a los sacerdotes para que puedan subir a Garabandal. El aviso entonces estará muy próximo y las demás cosas no tardarán en suceder".
IMPORTANTE: En la semana Santa de 1987, el Obispo de Santander levantó la interdicción (prohibición a los sacerdotes de visitar Garabandal) que pesaba sobre el sitio de las apariciones.
"Si morimos durante el aviso, no será a causa del mismo, sino más bien de la impresión que sentiremos viéndolo y experimentándolo. El aviso será una cosa proveniente de Dios directamente. Será visible en el mundo entero. Será como la revelación (interior de cada uno) de nuestros pecados. ¡Oh, sí, el aviso es tremendo, mil veces peor que los temblores de tierra! Será como de fuego. Nosotros tendremos que sufrir un día un desastre horrible, en todas partes del mundo. Nadie se escapará. Es preferible morir que sufrir cinco minutos solamente lo que nos espera. Durará muy poco tiempo. Lo podemos sufrir tanto, si es de día, como de noche, estemos en la cama o no. Si morimos, será de miedo.
Pienso que lo mejor será estar en esos momentos en una iglesia, delante del Santísimo Sacramento. Jesús nos dará fuerzas para sobrellevarlo. ¡Será terrible en extremo... ! Si pudiera explicarlo conforme me lo ha dicho la Virgen... Pero el castigo será bastante peor. Se verá que el aviso llega a causa de nuestros pecados. Puede producirse de un momento a otro. ¡Yo le espero todos los días! Si supiéramos lo que es, quedaríamos tremendamente horrorizados. Estoy cansada de anunciarlo al mundo y el mundo no hace caso. No nos damos cuenta hasta qué punto ofendemos al Señor. La Virgen me ha dicho que el mundo sabe que hay un cielo y un infierno, ¿pero es que no vemos que sólo se piensa en ellos por miedo y no por amor a Dios?".(...)
Extracto de una entrevista de Mari Loli con el comité de redacción de la revista "Needles" y publicada en Francia por el Abate Combes.
—"Has dicho que conoces el año del aviso. ¿Puedes decirnos si sucederá en los años próximos o hay que retrasarlo para tiempos más lejanos?". "No, no puedo decir nada". "¿La Santísima Virgen te ha dicho que no hables del aviso?". "No, no me lo ha dicho, pero como me parece que no pasará un año entre el aviso y el milagro, siento en mi fuero interno que no debo decirlo". "¿Cómo sabes que no pasará un año entre el aviso y el milagro?". "Me lo dijo en una aparición la Virgen, pero no recuerdo cuándo". "Se cuenta que has dicho que desde el momento en que el aviso tenga lugar todo se parará, aun los aviones en vuelo. "¿Es verdad?". "Si". "¿Cuándo os fue revelada esta información?". "Durante una aparición de la santísima Virgen, me lo dijo todo.(...)". "¿Sabes cuánto durará el aviso?". "Solamente algunos minutos". "¿Tienes miedo del aviso?". "Si, como todo el mundo he cometido faltas y el aviso me mostrará mis faltas... y esto me producirá miedo". "¿Puedes decirnos algo más del aviso?". "Todo lo que puedo decir es que está muy próximo y que es muy importante que nos preparemos, porque será algo terrible". "Nos hará sentir todo el mal que hemos hecho".
Anuncio condicional del castigo.
Mari Loli y Jacinta escriben en junio de 1962: "La Virgen nos ha dicho que el mundo continuará sin el menor cambio; que son pocos los que verán a Dios; que son tan pocos que la Virgen siente mucha pena. ¡Qué lástima que el mundo no cambie!".
El 7 de octubre de 1962 a una pregunta que le propuso la señorita Herrero de Gallardo, Mari Loli respondió, exclamando:
"¡Oh! será terrible a la vista... Estamos para explicarlo. Hemos visto el agua de los ríos cambiada en sangre... el fuego caía del cielo... y otra cosa peor, pero yo de momento no le puedo revelar. El mensaje que nosotras acabamos de dar dice, que sin nosotros darnos cuenta, el castigo vendrá. La Virgen ha pedido que todo el mundo se confiese y comulgue".
El 2 de febrero de 1965. Carta de Conchita al P. Laffineur. "Yo no puedo decir más sobre la naturaleza del castigo sino que la Virgen ha revelado tanto a mí como a Loli y a Jacinta, excepto esto: que será un efecto de intervención directa de Dios, lo que lo hace más terrible de lo que se puede imaginar. Es menos terrible para los niños morir de muerte natural que morir del castigo. Que todos los católicos se confiesen antes del castigo y que los demás se arrepientan de sus pecados. Este castigo si llega —yo creo que vendrá—se producirá después del milagro".
El 14 de febrero de 1965, Conchita a un grupo de americanos: "El castigo, si no cambiamos, será horrible, como merecemos (lo hemos visto Loli, Jacinta y yo) pero no podemos decir en qué consiste, porque no tengo permiso de la Virgen. Cuando lo he visto he experimentado un gran temor y eso que estaba viendo a la Virgen al mismo tiempo".
De otra carta de Conchita: "Por otra parte he visto el castigo y puedo asegurarles que si se produce, será peor que si estuviéramos rodeados de fuego; peor que si tuviéramos brasas bajo los pies y sobre la cabeza. No sé el tiempo que pasará desde el milagro hasta el castigo". (Hay una nota de Conchita, sin fecha, que dice: "Este milagro futuro tendrá lugar antes del castigo y si el mundo cambia no se producirá").(...)
A finales de 1967 Mari Loli escribe al P. Gustavo Morelos: "La noche del terror, aunque nosotras estábamos viendo a la Virgen, comenzamos a ver también una gran multitud de gente, que sufría muchísimo y gritaba con gran angustia. La Virgen nos explicó que esta gran tribulación —que no era todavía el castigo—vendrá porque llegará un momento en que la Iglesia dará la impresión de estar a punto de desaparecer. Sufrirá una tremenda prueba. Hemos pedido a la Virgen cómo se llamaba esta tan gran prueba y ella nos ha dicho: el comunismo".
Parece que esta es la primera vez en que se hace una alusión al comunismo fuera del testimonio de Antonia González en "Garabandal, le village parte", Ramón Pérez, pág. 199. "Las Iglesias se unirán... ellas se unirán. Sí, me pareció que decía que terminarían por unirse las Iglesias. Yo entendí también que aseguraban que si no nos enmendamos, Rusia se apoderará de todo. Sí, ellas han contado todo esto delante de mí, durante sus éxtasis y después que vendrán grandes castigos. Conchita lo repitió a continuación. Ella también habló de card... que irán contra... y que todo esto se realizará poco a poco".
Otra precisión sobre el comunismo encontramos en una encuesta concedida por Mari Loli al comité de redacción de Needles (27-7-75).
"¿Has hecho una revelación al hecho de que nuestra Señora te habló del comunismo? ¿Puedes decirnos qué te dijo? "Ella me dijo que el comunismo dominará el mundo y que parecerá que la Iglesia ha desaparecido, porque será muy difícil a los sacerdotes decir la misa".
El 7 de agosto de 1971, Conchita declara a un grupo de americanos: "La Virgen hará el milagro para evitar el castigo, aunque el castigo no se podrá evitar, porque hemos perdido hasta el sentido del pecado. Por consiguiente, hemos llegado a unos extremos en que Dios no puede evitarnos el castigo... pues tenemos necesidad de él para nuestro bien. Con el castigo los que entre nosotros queden, cambiarán completamente y entonces verdaderamente viviremos para Dios hasta el fin de los tiempos que también llegará".
Anuncio del fin del Papado y de los últimos tiempos.
El R.P. Rodrigo, S.J., residente en Convilles y gran defensor de las manifestaciones de Garabandal, murió el 30 de marzo de 1973 y en su lecho de muerte declaró haber recibido del cielo una prueba irrefutable de la verdad de los hechos de Garabandal y nos dejó relatado el episodio siguiente: "Eran los primeros días del mes de junio de 1963. Las campanas de Garabandal comenzaron a tocar... Conchita, que estaba en la cocina de la casa con su madre Aniceta, exclamó inmediatamente: "Las campanas tocan por un muerto ¡Seguramente es por el Papa! (En efecto Juan XXIII había muerto).¡ Ahora ya no quedan más que tres Papas!". "¿Qué tonterías dices?" replicó Aniceta. "No digo ninguna tontería. La Virgen me lo ha dicho: Después de este Papa no quedan más que tres". "¿Entonces es que va a venir el fin del mundo?". "La Virgen me ha dicho: No el fin del mundo, sino el fin de los tiempos". "¿Qué diferencia podrá haber entre fin de los tiempos y fin del mundo?".
Los últimos tiempos, dice D. Benjamín Martín Sánchez, son los caracterizados en la Biblia "por la falta de fe" y no nos referimos al fin del mundo creado por Dios, pues éste puede durar aun miles de años o siglos, ya que no será aniquilado con la gran catástrofe universal que se avecina; antes bien, saldrá cambiado y purificado en otro mejor, pues como dice san Gerónimo: "Pasa la figura y no la substancia". No veremos otros cielos y otra tierra sino los viejos y los antiguos mudados en otros mejores" ("Los Últimos Tiempos" pág. 4).(...)
Fin del resumen de "Alerta Humanidad".
Resumen de una entrevista que le fue realizada a Conchita González en su casa de Nueva York, el día 7 de febrero de 1974.
"¿Se encuentra feliz de vivir en Estados Unidos?".
"Si, soy dichosa de vivir aquí. Pero aquí, en España o en Francia... esto da igual. En todos los sitios es lo
mismo".
"Ahora que está casada, ¿cómo piensa cumplir el mensaje de Garabandal?".
"Cualquiera que sea nuestra vocación, el mensaje puede cumplirse en todos los casos. Yo puedo cumplir el mensaje en mi vida de cada día. Los sacrificios del matrimonio son un poco diferentes de los de un soltero, pero el efecto para el alma es el mismo. Cada día ofrezco a Dios todas mis pequeñas cosas".
"Ahora que va a ser madre, ¿piensa usted que su hijo viva posiblemente el castigo?".
"Mi hijo es como cualquier otro niño del mundo".(...)
"Ha dicho usted que el milagro de Garabandal coincidirá con un gran acontecimiento en la Iglesia. ¿Acaso le dijo la Virgen cuál sería este acontecimiento, y puede añadir algo más a lo que sabe sobre este asunto?".
Si, yo sé cuál será este acontecimiento. Es un hecho singular para la Iglesia, que sucede muy raramente. No es que sea un acontecimiento nuevo ni prodigioso, solamente raro, como la definición de un dogma, o alguna cosa así, que concernirá a toda la Iglesia. Y ocurrirá el mismo día que el milagro, pero no como una consecuencia del mismo milagro, sino simplemente como una coincidencia?".
¿Cómo anunciará el milagro?". "No lo sé con exactitud. Posiblemente, a medianoche (ocho días antes del milagro) llamaré a Joey, a la radio y a la televisión, y a cualquier otra persona en el mundo que pueda ayudarme a difundir la noticia rápidamente. Yo no estoy intranquila. Yo sé que si la Virgen os quiere allí, ustedes estarán allí".(...)
"¿Piensa frecuentemente en el día del milagro?".
"A veces pienso como si fuera inminente, y otras que está lejano. Me parece muy próximo cuando pienso que el mundo no responde al mensaje; pues, tras el milagro, puede venir el castigo, y esto me inquieta. Yo espero. La Virgen no miente jamás. Para que se cumplan sus palabras, debe haber un aviso un milagro. Todo ello es un solo y único mensaje".(...)
"Ante las actuales corrientes de atracción sobre el diablo y el ocultismo, ¿podría decirnos alguna cosa a este respecto?".
"Es cierto que el diablo trabaja mucho para sembrar la confusión, pero no me gusta hablar del mal que existe en el mundo. Cuando hablamos del mal y de las cosas malas que hacen las gentes, debemos pensar que nosotros ya hemos dejado de ser buenos. Si hablamos de las cosas buenas que hacen las personas, entonces nos animamos a ser mejores... Siempre es preferible hablar del bien, de esta forma no nos volvemos soberbios".
"¿Le gustaría decir algo a aquellos que trabajan por la santísima Virgen?".
"Siempre la misma cosa. Que hagan todo para cumplir el mensaje, pero no sólo como mensaje de Garabandal, sino como un deseo de la santísima Virgen: Oración, penitencia y sacrificio. Visitar el Santísimo. Pedir por los sacerdotes...
No os inquietéis por el tiempo, si no se os recibe como garabandalistas, llevad el mensaje como venido de nuestra Madre, aun sin nombrar a Garabandal. Meditad la pasión de Jesús. En estos tiempos, el mejor libro que podéis leer es la Biblia. Leedla todos los días".
Nosotros sabemos que Nuestra Señora ha dicho en Garabandal en relación a otra guerra mundial, que no hay que preocuparse. Esto no ocurrirá nunca. Al menos en tres ocasiones Conchita se ha referido a este tema.
La primera referencia es de Joey Lomangino quien conoce a la vidente desde 1963. Joey afirmó categóricamente que Conchita le dijo que la Virgen le había comunicado que no habría tercera guerra mundial. Según Joey habrían guerras entre países, pero no un conflicto global.
Una segunda referencia es de Anne Mequelide Brenwood, New York, una buena amiga de Conchita. Ella da el siguiente testimonio:
"Una noche en la casa de Conchita, todo el mundo estaba hablando de la "Crisis Cubana", cuando Conchita me dijo: "En aquel tiempo en mi pueblo, todo el mundo temía una tercera guerra mundial y oían la radio, esperando oír algo de esa tal guerra, pero yo tuve una aparición en ese tiempo y la Virgen me dijo:"No habrá tercera guerra mundial".
Una tercera referencia es una conversación entre Conchita y el obispo auxiliar de New York, Francisco Garmendia el 27 de agosto de 1981. En respuesta a la pregunta del obispo acerca del fin de los tiempos, Conchita dijo:
"La Virgen me dijo que antes del milagro, habrían sólo tres papas (Pablo VI, Juan Pablo I y Juan
Pablo II). Aquel mismo día, ella me dijo que nunca habría otra guerra mundial".
(Cf. la revista "María Mensajera", № 34,editorial Círculo, Zaragoza, España, septiembre-octubre,
1975).
(Tomado de larevista"Garabandal',julio-septiembre1988.P.O. Box 606 Lindenhurst, N.Y. 757,
U.S.A.).